DAVID EUCARISTÍA: Jesucristo pide a la Iglesia «que se adore su Cuerpo y su Sangre unido a su Santísima Madre»

Jesucristo pide a la Iglesia «que se adore su Cuerpo y su Sangre unido a su Santísima Madre»



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Jesucristo llevó a cabo en 2013 un imponente Milagro Eucarístico en México, ante todo el pueblo, para solicitar a la Iglesia «que se adore su Cuerpo y su Sangre unido a su Santísima Madre». Traducido en términos concretos: que comulguemos y recibamos a la Madre por medio del Hijo y en unión con el Hijo en la Eucaristía.

Imagen: «La Visitación», por Domenico
Ghirlandaio, 1491.

El dar culto al Hijo en unión con la Madre no es algo nuevo en la Iglesia sino que se ha venido haciendo siempre de diversas formas: el icono universalmente extendido de la imagen de la Virgen María con el Niño en sus brazos, presente en todas las parroquias católicas, es un claro ejemplo de que la Iglesia tradicionalmente da culto al Hijo en unión con la Madre.

Cuando Santa Isabel tuvo conocimiento de que en el Seno de María estaba el Mesías, lo adoró en el Seno de su Madre. El evangelio de San Mateo recoge un hecho similiar cuando narra que los Reyes Magos adoraron al Niño Jesús con su Madre, en unidad con Ella. Es de suponer que el Niño estaría en brazos de su Madre, pues aún tendría muy corta edad (Mt 2,10-11).

Adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús en brazos de su Madre, obra de Paolo Ucello (1440). Es esto lo que Jesús ha pedido mediante este milagro eucarístico, que en el culto que le demos esté integrada su Madre y no la dejemos aparte.




Se trata de un impactante Milagro Eucarístico ocurrido recientemente (aún está bajo estudio de la Iglesia: más información al respecto en página de Aciprensa) en la Parroquia María Madre de la Iglesia, en Guadalajara, México, el 24 de julio de 2013. Jesús mismo pidió al sacerdote testigo del milagro que el mismo fuera llamado «Milagro de la Eucaristía en la Encarnación del Amor junto con nuestra Madre y Señora», porque mediante este milagro Jesucristo quería solicitar que su Madre fuera integrada en el culto que la Iglesia da a la Eucaristía, algo que el propio P. Dolores detalló y quedó grabado el siguiente vídeo, publicado en Youtube por Alexfb18, y donde podemos escuchar una interesantísima explicación que el propio sacerdote testigo del milagro, el P. José Dolores, hace ante su propia parroquia de lo sucedido:


Aquí está la transcripción literal del audio de este vídeo, con las declaraciones del P. Dolores:

«Vi un gran resplandor intenso, que no me encandilaba, solamente un intenso color blanco, un destello. Yo no sabía si estaba hincado o ya no estaba hincado, no lo sabía. De pronto escuché la Voz que me dijo: “Mi querido apóstol Dolores, hoy es un día grande, me manifestaré en esta comunidad, tendrás que comunicarlo a tu comunidad y a todos, repica las campanas para que acudan todos los que lleguen. Derramaré bendiciones a los que estén presentes, y todo el día. Toma tu pequeño sagrario de adoración particular y llévalo al altar de la parroquia. Colocas también junto a él, junto al pequeño sagrario, la custodia grande. No abras el sagrario hasta las tres de la tarde, no antes. Que todos estén en adoración antes de las tres de la tarde. Me manifestaré en Mi Presencia, haré un milagro en la Eucaristía. El milagro que te pido, que se realizará, será llamado El Milagro de la Eucaristía en la Encarnación del Amor junto con nuestra Madre y Señora. Plasmarás la imagen que ahora te digo y la darás a mostrar”. A mi Señor Jesucristo yo nunca lo vi, quiero distinguir, solamente recibí el mensaje, la Voz. De perfil, de frente a Nuestra Madre Santísima, Él, con su mano izquierda, y Nuestra Madre Santísima, de frente a Jesús, con su mano derecha, hacían una especie de Triángulo y en el centro estaba Jesús Eucaristía sangrando. Nuestra Madre Santísima, nuestra Madre y Señora, con su mano izquierda señalaba a Jesús su Hijo. Y el Hijo con su mano derecha señalaba la Eucaristía. La Hostia, estaba goteando Sangre. El rostro de los Dos era de mucha paz, pero de dolor. Después me dijo que lo transmitiera a sus apóstoles, para que les sirviera en su conversión (apóstoles son sus sacerdotes), y que a todas las almas llenaría de bendiciones. Yo no pude pronunciar ninguna palabra, solamente lo que le dije a esta Voz que me hablaba: “Señor Mío, soy tu siervo, hágase tu voluntad”. De repente todo aquello desapareció y yo estaba allí nuevamente de rodillas. No dudé de lo que había escuchado tan fuertemente, tan claramente; y ahora lo manifiesto como así se me dijo.

Iba a un mandado cuando se me avisó que me regresara; hice como se me ordenó. Pedí que abrieran las puertas del templo (eran como las dos y media); que sonaran las campanas, como se me dijo; que avisaran a todas las personas, como se me ordenó; traje de la pequeña capilla particular personal este humilde sagrario de madera, lo puse en el altar, como se me ordenó; puse también la custodia del Santísimo, como se me ordenó. Y a eso de las tres de la tarde, las personas que estábamos, que acudieron, estábamos rezando una estación al Santísimo Sacramento cuando pregunté si eran las tres de la tarde, y todos me dijeron que ya eran las tres de la tarde. Sin dudar me acerqué al sagrario y al abrir el pequeño sagrario, la Hostia consagrada, el Señor Jesucristo, estaba repleta de Sangre [...]. Estaban también las Hostias consagradas, dos; al abrir también por dentro, las dos formas están también cubiertas de Pan en la Hostia. Mi compañero y amigo, padre [...] me dijo que era la Hostia, la Carne y la Sangre. Yo hice como se me dijo, y Él quería que todos los días 24 de julio se celebrara este milagro, milagro de la Eucaristía, como Él me lo mencionó: Milagro de la Eucaristía en la Encarnación del Amor junto con nuestra Madre y Señora. Él se presentó, me dijo también, escuché pues también, que se le hiciera aquí en esta comunidad, un nicho donde estuviera a la adoración de todas las almas, así escuché. Que si en algún momento quieren mandar a hacer estudios, que se lleven una parte, para que le hagan todos los estudios que quieran. Lo que nuestro Señor quiere es que se adore su Cuerpo y su Sangre unido a su Santísima Madre, Jesús Eucaristía. Y Él está aquí presente y yo transmito, solamente a ustedes, lo que escuché y, junto con los que vieron, lo que vi: Jesús está aquí entre nosotros».


En este otro vídeo, reportaje de C7 Noticias Jalisco publicado en Youtube por Christian Ramos, se ofrecen algunas declaraciones adicionales del P. Dolores y otros testimonios:




En la siguiente imagen fotográfica, de supuesto origen milagroso, pero en otro lugar (en la Adoration Chapel at Our Lady of Perpetual Help Parish de Glenview, Illinois, 2013: visitar la página externa donde está publicada esta información), vemos a la Santísima Virgen estrechamente unida a la Eucaristía, compartiendo una misma Luz Eucarística. Si nos fijamos bien vemos que la Virgen estrecha contra su pecho al Niño Jesús junto a la Eucaristía.

Fuente: qmbarque.com

En este enlace puedes leer la argumentación para demostrar que la Santísima Virgen María está también presente con su Hijo Jesucristo en la Eucaristía, a la vez que se sugiere el modo de conseguir que el pueblo católico viva la Eucaristía con mayor profundidad, siguiendo el modelo eucarístico de la Virgen María. 

Yo, David, soy el autor de este mensaje de nuestra presencia y cohabitación con Jesucristo en la Eucaristía